Cuando decidí darme un capricho con unas gafas nuevas, lo primero que pensé fue en buscar algo que pudiera acompañarme tanto en mi día a día como en esos planes improvisados de fin de semana. Así fue como llegué a quay gafas sol, un nombre que ya había escuchado varias veces en redes sociales gracias a influencers que las lucen en la playa, en festivales o incluso caminando por la ciudad con outfits bastante casuales. Yo quería unas gafas que no se sintieran pesadas, que tuvieran un estilo moderno y, sobre todo, que no me dejaran los ojos destrozados después de pasar horas bajo el sol.
El primer contacto fue bastante positivo: el diseño es llamativo, con ese toque urbano que me gusta, y la variedad de modelos es amplia, desde lo más clásico hasta lo más atrevido. Me animé a probar un par de modelos pensados para mujer, porque siempre me gusta jugar con los estilos. De hecho, las gafas quay mujer son uno de los puntos fuertes de la marca, con opciones que realmente se sienten pensadas para complementar distintos rostros y personalidades.
Ahora, hablemos de lo más importante: la experiencia de uso. Lo primero que noté es que las gafas son bastante cómodas. No aprietan demasiado en las sienes, que es un problema que suelo tener con otras marcas, y se mantienen en su lugar incluso cuando camino rápido o me muevo mucho. Eso es algo que agradecí en un concierto al aire libre, porque no tuve que estar ajustándomelas cada dos segundos.
La protección solar es otro punto a favor. Vivo en una ciudad donde el sol pega fuerte, y necesitaba algo que realmente me protegiera. Aquí Quay cumple, los lentes filtran bien la luz y la visión no se siente artificial ni demasiado oscura. Con otros modelos de gafas me pasa que todo se ve como apagado, y con estas no, el color se mantiene vivo y agradable.
Pero no todo es perfecto, y aquí es donde creo que la marca podría mejorar. En cuanto a la resistencia, siento que el material de las patillas es algo frágil. No es que se rompan fácilmente, pero al compararlas con otras gafas que tengo, me da la impresión de que un descuido podría costar caro. Yo suelo llevar las gafas en la mochila, y aunque traen un estuche, hubiera esperado un material más sólido para soportar el trajín del día a día.
Otro punto que me gustaría resaltar es la disponibilidad de tallas o ajustes. Tengo amigos con la cara más ancha que no se sienten del todo cómodos con ciertos modelos, porque se les marcan demasiado en los lados. Tal vez incluir opciones con varillas más largas o monturas un poco más flexibles ayudaría a que más personas se sientan cómodas con ellas.
En cuanto a estilo, no hay queja: realmente se nota que Quay sabe cómo seguir las tendencias. Los acabados espejo, los diseños oversized y hasta los modelos más minimalistas están bien logrados. En mi caso, me encantó combinar unas oversized negras con un outfit muy básico de jeans y camiseta blanca; automáticamente sentí que el look subía varios niveles. Y ni hablar de las fotos, porque las gafas quedan perfectas en cámara.
Me parece interesante también cómo Quay ha logrado posicionarse en Colombia. No solo venden un accesorio, sino que transmiten una actitud relajada y confiada. Cuando navegué por la página oficial quay colombia, tuve la sensación de que no estaba comprando unas gafas cualquiera, sino algo con un poco más de identidad y estilo propio. Esa conexión es la que hace que mucha gente regrese por un segundo o tercer par.
Ahora, si pienso como consumidora exigente, pediría un par de mejoras:
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Mayor variedad en materiales, tal vez con opciones premium que no solo apunten al diseño, sino también a la durabilidad.
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Estuches más resistentes, porque si algo aprendí es que el estuche hace la diferencia cuando eres de los que lleva gafas en la mochila.
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Más modelos unisex que realmente se adapten a distintos tipos de rostro.
En definitiva, mi experiencia con quay gafas sol ha sido buena, pero con espacio para evolucionar. Las uso casi todos los días porque combinan con mi estilo y me protegen, y aunque hay detalles que podrían mejorar, no me arrepiento de la compra. Es una de esas marcas que se siente cercana, moderna y, lo más importante, que entiende lo que buscamos quienes vivimos bajo el sol y queremos vernos bien al mismo tiempo.